La Red Iglesias y Minería expresó su preocupación por la creciente criminalización y los asesinatos a los defensores de los territorios y de la naturaleza, como consecuencia de los proyectos extractivos. Así se expresó en el pronunciamiento final del III Encuentro de la REDIM, realizado en Bogotá, Colombia, del 2 al 4 de setiembre y que reunió a 50 líderes religiosos de diversos países del mundo.

En el encuentro se exigió justicia en el caso del asesinato a la líder indígena y ambiental hondureña Berta Cáceres, y a través de ella pidieron “por un mundo más justo para las mujeres, actores protagónicos en defensa de la vida y primeras víctimas del extractivismo”.

Para los líderes religiosos, la “megaminería no resuelve los problemas económicos de nuestros países, al contrario tiene efectos nocivos para las personas, las comunidades y la naturaleza”.

Por otro lado, afirman “Somos conscientes que defender la Creación, en un sistema depredador cuyo fin máximo es el lucro y el dinero, es una acción que implica riesgo y peligro de muerte, pero nos anima el evangelio de Jesús, laencíclica ‘Laudato Si’ y el espíritu de lucha de muchas comunidades afectadas por la minería y otras actividades extractivas“.

En su comunicado, exhortan a las autoridades elegidas por la voluntad popular a “apoyar las iniciativas en defensa de la vida”. Y hacen un llamado a las Iglesias “a asumir un compromiso activo en defensa de la Casa Común por ser este un elemento constitutivo del ser cristiano. Alertamos a las organizaciones de la sociedad civil y a nuestra jerarquía eclesial sobre los mecanismos de cooptación que llevan a cabo las empresas y algunos gobiernos. Nos esperanzamos en la actitud de muchos Obispos, sacerdotes, pastores y laicos que escuchan los clamores de las víctimas en sus territorios y celebramos su compromiso con la vida”.

Frente al proceso de Paz que vive Colombia, los miembros de la Red Iglesias y Minería saludan los esfuerzos por alcanzar la paz y poner fin definitivamente al largo período de guerra interna que sufrieron. “La paz es el camino para seguir construyendo una Colombia más justa, equitativa y en armonía con la madre naturaleza”.

Finalmente, desde su espíritu ecuménico, reafirman su compromiso de “seguir apoyando a las pequeñas comunidades que son desplazadas y atropelladas en sus derechos más elementales. La experiencia -afirman-, nos demuestra que en ninguna parte del mundo la minería es una alternativa de desarrllo ni integral ni sostenible para nuestros pueblos”.

Aquí el pronunciamiento completo

Fonte: Alba Movimientos